jueves, 21 de abril de 2011

LO SOSTENIBLE Y LO SUSTENTABLE

En la cátedra de Bioética para Biotecnólogos, muchas veces surge la pregunta sobre el significado de la terminología y si existe verdaderamente una diferenciación o una simetría en el sentido de los vocablos que adjetivizan al desarrollo como sostenible o sustentable, es decir, si nos encontramos frente a adjetivos unívocos, equívocos u opuestos.
Creo que el punto de partida del análisis que propongo, nace en realidad de una concepción latina en contraposición con una europea.
La terminología europea, basada mayoritariamente en la lengua inglesa y francesa - al menos, como lenguaje de comunicación común - agrupan ambos conceptos en un solo vocablo: Sustainable y Perdurable, respectivamente. La riqueza idiomática que predomina en el español, hace que utilicemos diferentes adjetivos para referirnos a dos cuestiones que puedan ser diversas, lo que a primeras de vista, complica la situación y genera las polémicas a las que me refiero.

Dado que estamos situados geográfica y formativamente en la primera, es entonces al marco que quiero específicamente referirme.

Los latinos, por naturaleza, poseemos en nuestro genoma la capacidad de la interrogación científica del todo, y nada nos resulta nimio. De allí que esta polémica se haya instalado en los foros en los que la vida y las tecnologías encuentran su desarrollo. La realidad es que, ab initio, el concepto de desarrollo sostenible ha sido poco comprendido, porque éste tiene una proyección que supera las visiones tradicionalmente políticas del desarrollo en sí mismo, sean éstas de derecha, centro o izquierda. En esta tesitura, considero que toda posición política que se adopte ha de ser desarrollista, dado que toda corriente apunta necesariamente a un crecimiento económico. Pero la problemática aparece en cuanto a la consideración e incorporación de los elementos conocidos como costo social, costo cultural y costo ambiental del proceso que conlleva el desarrollo. Y es justamente aquí donde el concepto cobra su relevancia en cuanto su análisis verdaderamente científico: El desarrollo sostenible tiene una dirección peculiar y propia, y ello es así en tanto apunta a un cambio de modalidades en relación a la producción, el consumo y la distribución de los recursos naturales de manera macroeconómica, por lo que necesariamente conlleva a una "rearquitectura" de las formas tradicionalmente conocidas para la producción (contaminantes y agresora del medio ambiente).

Cierto es que la terminología no es reciente, y que encuentra su génesis en el siglo pasado, más específicamente en la década de los 80´s cuando los gobiernos comienzan a advertir la aparición evidente de que el desarrollo había dejado una huella nociva en el ambiente con altos impactos de índole probablemente irreversible, por lo que se destacó la necesidad de encontrar otros modelos productivos que tuvieran como norte dejar de lado un resultado de efectos indeseables.

En general, las legislaciones latinas - en especial las Cartas Magnas - se refieren reiteradamente a los vocablos en comento, justamente a partir de esta década que se me ocurre denominar "de la entrada en conciencia", para luego dar génesis a los denominados derechos fundamentales - o garantías - de cuarta generación, es decir, hacia los intereses difusos que incluyan hasta las poblaciones futuras. Pero ello no implica que sean sinónimos. (Recordemos lo rico de nuestro idioma en mayoría, español)

Lo "sostenible" deriva, lógicamente, de "Sostenido", aunque no se identifica plenamente con éste. Lo "Sostenido" es aquello que puede perdurar por un tiempo determinado mientras que lo "Sostenible" es un proceso particular que, si bien está destinado a perdurar en el tiempo, debe lograrlo sin deteriorase o caer en colapso.

Si hiciéramos un paralelismo ejemplificativo, podríamos decir que toda empresa - en el sentido genérico de emprendimiento humano - no es "sostenible" toda vez que, al ser ideada, generada y conducida por seres humanos, tiene una durabilidad limitada, incluso en la ley, que otorga duraciones máximas a las formas societarias en general de 99 años. En cambio, la nauraleza en sí, resulta sostenible en todos y cada uno de sus procesos, siempre que su durabilidad ha sido comprobada por miles de años (descontando la mala intervención del hombre, misma que le resulta además de externa, ajena). 

Por su parte, lo "Sustentable" proviene de la idea de generación de recursos genuinos. En otras palabras, se refiere a la capacidad propia de manejarse conforme a recursos propios, autónomamente, sin acudir a fuentes externas para poder mantenerse.   

Qué hacer, entonces, para lograr como sociedad un desarrollo pero sostenible? Pues bien, aquí es donde debemos ejercer nuestra ciudadanía y lograr por los diferentes mecanismos constitucionales que nuestros países tengan (iniciativa popular de leyes, petición a las autoridades, etc) que se logre una normativización respecto a la calidad de vida humana actual y futura en relación directa con una generación de leyes de índole ecológica, que penalicen diferentes inconductas e ilícitos (vgr. extinción de especies, contaminación, responsabilidad objetiva y subjetiva por impacto ambiental, agotamiento de recursos naturales, generación de nuevas especies nocivas para el ámbito biótico general, por citar algunas que en este momento vienen a mi mente como posibles). Ahora bien: Qué hacer, entonces, para lograr como sociedad un desarollo pero sustentable? Aquí la situación resulta un tanto más compleja, porque estaríamos hablando de que esta sociedad pudiera autosustentarse en cuanto a sus recursos, y la aldea global que habitamos es justamente una situación de cuasi aparentes fronteras, mismas que se aplican solamente para algunos temas, y no específicamente para el tema de los recursos. El Comercio Internacional ha jugado un papel importantísimo en el desarrollo económico y social de muchas naciones (Por ej, los denominados Tigres de Asia) y si bien creo que cada país puede generar sus propios recursos, llega un punto que los mismos han de ser insuficientes para cubrir las necesidades de una gran población - además permanentemente creciente - y que no todo recurso natural se da en todos los países, mismos que pueden ser necesarios para un proceso en particular. Dada esa situación, creo que la sustentabilidad ha de considerarse y analizarse en cada capítulo productivo en particular, teniendo como norte la proliferación en la medida de lo posible, de la industria nacional con recursos nacionales, en tanto los mismos sean debidamente protegidos en cuanto a su potencial agotamiento y se genere una política económica global también tuitiva. Por supuesto que en esto juegan un papel preponderante los documentos internacionales que se suscriban y ratifiquen, con la cualidad específica de operatividad y adecuación de la normativa interna para que ello sea realidad, anteponiendo en esos casos, los aseguramientos que sean necesarios para la protección de los recursos nacionales en comento.

COROLARIO (A modo de Moraleja):

El hecho de que las legislaciones latinas utilicen de modo equívoco la terminología técnica de la materia, no quiere decir que la misma sea mal aplicada por los efectores de la ley. Tampoco autoriza a que muchas empresas la utilicen como slogan cuando en realidad no tienen una revisión efectiva de sus procesos en materia de bioética ambiental (certificación que a la fecha, no existe con seriedad para los procesos productivos en el sentido técnico y no administrativo o económico). Lo sostenible, no es una "moda", es una responsabilidad fijada en la Cumbre de Río como meta de la humanidad. TODOS SOMOS PARTE DE UN GRAN CAMBIO QUE NO PUEDE QUEDAR SÓLO EN PALABRAS. 

Dra. Laura A. Albarellos
GEObs UNESCO
SIDEGEB

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